PONENCIA PARA EL 1º CONGRESO INTERNACIONAL DE CONVIVENCIA POSITIVA (FEPAIS)
LAS PRÁCTICAS DOCENTES DEL SIGLO
XXI:
¿CÓMO ABORDAR LOS NUEVOS MODOS DE
CONOCER EN EL AULA?
DESARROLLO
Esta
experiencia que hoy vamos a contar se desarrolló en el año 2012 cuando los
chicos recibieron las netbook en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires.
Nosotras
trabajamos realizando cursos para docentes en la Provincia de Buenos Aires,
aportando propuestas didácticas para el trabajo en el aula. En una ocasión
trabajando sobre la web 2.0 pensamos en la experiencia que hoy vamos a relatar
y que Silvia llevó adelante con su grupo de alumnos en una escuela pública de
la Ciudad de Buenos Aires.
Para
comenzar citamos a Roberto Igarza, quien
viene trabajando arduamente en los nuevos modos de conocer en lo que él
denomina la ERA 2.0:
“La escuela no podrá evitar los debates acerca de
cómo se produce y distribuye el conocimiento en la nueva era a partir de las
lecturas colectivas en las redes sociales. …Le será cada vez más difícil
mostrar sus aulas desconectadas completamente de aquello que la gente ha
descubierto y que, por el momento al menos, no desea abandonar como práctica
social por ningún motivo.”[1]
El siglo XXI nos trae los efectos producidos por la revolución de la
información y las comunicaciones que comenzaran en el siglo anterior. Estas
transformaciones causan un aumento de la complejidad de la sociedad y de las
organizaciones y su forma de vincularse con el entorno.
En la última década, con la difusión de los nuevos
medios de comunicación digitales, las nuevas tecnologías, han producido grandes cambios en la vida
personal, laboral, grupal y social. Con este nuevo escenario, la educación
también se ve inmersa en una nueva realidad y debe transformarse para
subsistir. Aparecen así cambios en las formas de circulación y apropiación del
conocimiento, cambios que implican otras construcciones como por ejemplo nuevos
espacios educativos en línea.
Los jóvenes incorporan las NTIC de un modo complejo, discontinuo,
fragmentado, a diferencia de la propuesta clásica escolar. Su relación con internet,
por ejemplo, va profundizando cada vez
más el desencuentro con los productos culturales de la escuela.
Internet y la escuela son dos mundos que merecen interactuar y ser
unidos porque ambos son motores de la producción y distribución del conocimiento
en la actualidad. Es un trabajo enorme pero posible y nosotros, los docentes,
somos los encargados de realizar esa unión.
Cuando hablamos de cultura mediática estamos haciendo referencia no sólo
a las TIC y a aparatos tecnológicos sino que además hablamos de un potencial
transformador de la subjetividad y de la sensibilidad de la sociedad actual. Y
esto implica cambios profundos en las prácticas áulicas, en las
representaciones tanto de docentes como de estudiantes y en los saberes
socialmente válidos.
Luis Alberto Quevedo describe claramente el cambio que estamos viviendo.
Él dice que: “En este nuevo mundo de las tecnologías de la comunicación, la
escuela ha sido y es una de las instituciones que más sufrió el impacto de las
transformaciones culturales que se viven como consecuencia de la expansión de
los medios primero y de la digitalización después. Sin embargo, y desde hace
más de 50 años, la escuela es también la institución que más resistencias le
opone a estas transformaciones de época. La escuela moderna fue concebida
dentro del universo que Marshall McLuhan bautizó como “la galaxia Gutemberg”,
es decir, un mundo dominado por la lógica del libro (cuya base es la estructura
de la linealidad y el orden secuencial) y que encontró en la escuela no solamente
a su más sólido aliado sino también a la institución que garantizaba la
transmisión y reproducción de los saberes consagrados en la cultura letrada.
Las nuevas tecnologías de la información y la comunicación no han hecho otra
cosa que erosionar las bases mismas en que se asienta la escuela del siglo XIX,
pero no ha recibido de parte de ella una acogida entusiasta sino que más bien
la escuela percibe a los medios como una amenaza. Sin embargo, el cambio que
deberá aceptar y asumir resulta inevitable”.
La cultura 2.0 llegó y se instaló en nuestra sociedad. Esto no tiene
retorno. Por ese motivo los docentes debemos hacer una profunda reflexión
despojada de pesimismo y muchas veces de enojo que nos permita adentrarnos en
los nuevos modos de conocer de nuestros estudiantes y así favorecer los
procesos de aprendizaje. Por otra parte es inevitable ver cómo este acceso a la
información y al saber es democratizador dentro de las aulas.
Desde los diseños curriculares que se proponen hoy
en Argentina se dice que la incorporación de los lenguajes y los soportes
audiovisuales y digitales permitirá un acercamiento a la cultura y a las
competencias de los estudiantes.
En un mundo de discursos y sentidos diversos
–ideologías, formatos, soportes y lenguajes- que forman parte de los saberes
previos de los alumnos/as, la escuela debe atender a este descentramiento en
los modos de saber y de acceso al conocimiento tradicional, asumiendo el
desafío que plantea la imagen, lo audiovisual y lo digital en los modos de
conocer.
Por otra parte comprender las redes sociales y su
utilización es el comienzo para comprender las nuevas formas de lectura y
escritura que se dan entre nuestros alumnos y muchas veces ya entre nosotros
mismos.
Muchos de ustedes dirán que les resulta difícil leer
en una pantalla. Esto es porque somos inmigrantes digitales, con lo cual
debemos hacer un esfuerzo para aprender a hacer otro tipo de lecturas, muy
diferentes a la lineal que plantea el libro.
Quienes son nativos digitales, justamente hablamos
de los estudiantes que hoy pueblan nuestras aulas, si bien realizan comúnmente
lecturas complejas en pantalla, no dejan de hacer lecturas lineales en el
libro, incluso en los e-books. Esto nos da la pauta de que ambos formatos
pueden ser complementarios. Es por eso que los adultos, y sobre todo aquellos
que trabajamos con estos estudiantes no podemos dejar de aprender, de
interiorizarnos con estos nuevos modelos de lecturas.
Si conocemos las
redes sociales podremos comprender el alcance que éstas tienen a la hora de
hacer aprendizajes colaborativos o lecturas colectivas. Esto implica realizar
lecturas y producir escrituras colectivas. Es decir, todos y todas podemos
cambiar, añadir, modificar, en definitiva compartir información que deja de ser
de uno para ser de todos.
Alvin Toffler habla
de prosumidores para referirse a los
usuarios actuales de tecnología que producen a la vez que consumen información
en la web. Este término es un apócope de las palabras
productor y consumidor. Llamamos prosumidores entonces a los productores de
bienes, productos, servicios que se pueden intercambiar en la web.
Podemos decir entonces que la institución escuela ha perdido la
exclusividad y la educación se ha transformado en una rueda de la cual la
escuela es el centro, que está conectada por una serie de rayos a otros lugares
de aprendizajes como Internet, la cultura popular y otros medios masivos de
comunicación.
La revolución digital ha
dado lugar a otros lenguajes y nuevos procesos comunicativos. Estos nuevos
entornos demandan habilidades y destrezas ya que las oportunidades para el
progreso no están en las tecnologías sino en las prácticas sociales. La escuela debe ineludiblemente asumir el
desafío que plantea la imagen, lo audiovisual y lo digital en los modos de
conocer para evitar la desigualdad social. De eso se trata leer y escribir, ya
no podemos definir estos procesos como meras decodificaciones de textos
escritos o su producción. Ahora se trata de una combinación de elementos entre
los que aparecen imágenes y videos por ejemplo.
Desde las diferentes jurisdicciones en nuestro país se vienen
implementando políticas al respecto.
Desde el año 1995 en la
Ciudad de Buenos Aires, donde desarrollamos nuestra tarea, se comienza a
trabajar con laboratorios de informática en las escuelas con la incorporación
de un docente facilitador del área. Actualmente,
como decíamos, ya se implementó el proyecto aulas en red, trabajando en un
modelo 1 a 1.
En este contexto es que
venimos trabajando juntas.
NUESTRA EXPERIENCIA: CONFECCIONANDO
UN VIDEO EN EL AULA
Este proyecto se
desarrolló en un grupo de 6º grado con alumnos provenientes de familias de
bajos recursos, muchos de ellos inmigrantes de países limítrofes.
Organizamos la tarea
alrededor de un proyecto sobre el bloque “Los seres vivos” en Ciencias
Naturales como lo marca el diseño curricular. Dentro del mismo trabajamos la
diversidad ambiental y la diversidad biológica, en particular la
noción de extinción de especies, analizando casos particulares de animales
actuales en peligro de extinción.
La idea fue realizar
un video explicativo usando un editor de videos. Utilizamos este recurso porque
notamos que nuestros alumnos en su vida cotidiana recurrían permanentemente a
la realización de presentaciones simples con fotografías y música. Éste era un
recurso conocido por ellos y entonces se nos ocurrió agregarles un programa más
complejo a sus conocimientos para que lo pudieran aprovechar.
El objetivo que se
plantearon los chicos, fue hacer tomar conciencia a la comunidad de los
animales autóctonos americanos que están en peligro de extinción exhibiendo el
video en el acto del Día de la Diversidad Cultural.
Antes de llegar a la
clase que vamos a relatar creemos importante contar cómo arribamos a esa
instancia ya que la planificación y el seguimiento resulta fundamental para
entender el producto final.
En primer lugar cada
chico contaba con la información recabada del animal elegido, ya evaluada por
el grupo, la cual incluía aspectos como el hábitat, tipo de alimentación,
reproducción y causas que llevaron a que ese animal hoy se encuentre en peligro
de extinción. La búsqueda de esta información tuvo una secuencia de trabajo que
incluía lectura de imágenes y videos con diversidad de materiales sacados de
diferentes sitios como por ejemplo Discovery Channel y Animal Planet, entre
otros con mi asesoramiento.
Aquí vemos en juego
los nuevos modos de conocer en acción donde lo audiovisual es preeminente en el
aula de hoy.
Los estudiantes
también hicieron su propia selección de información con búsquedas personales
chequeadas previamente por mí lo cual es fundamental para trabajar con material
veraz y pertinente.
Logramos así armar un
banco de imágenes a partir de estas búsquedas obteniendo unas veinte imágenes.
Algunas resultaron muy difíciles de encontrar como por ejemplo las referidas a
la alimentación donde pretendíamos encontrar animales cazando pero aparecían cazadores
humanos y no era lo esperable.
Por otra parte hubo
un espacio previo, exploratorio del programa de edición de videos. Ahí
trabajamos con el tutorial respectivo y realizamos una prueba piloto importando
imágenes y videos, aprendiendo a escribir en el programa y a tomar los tiempos
para que hubiera coincidencia entre imágenes y textos informativos.
Luego de esto
llegamos al momento de producir individualmente los textos que incluían
imágenes. Como finalmente se iba a editar todo el trabajo en un solo archivo
había pautas claras que cumplir armadas en el grupo total. Lo primero que debía
aparecer en el trabajo era el nombre del animal y alguna característica. Luego
el ambiente donde se desarrollaba incluyendo información de la zona geográfica.
Así fue que surgió la idea de presentar un mapa de cada zona.
En este punto nos
gustaría resaltar que la presencia del mapa no fue planificada previamente por
nosotras sino que surgió como necesidad para que el video fuera más
explicativo. Los chicos en este caso tomaron decisiones al respecto haciendo
que nosotras como docentes fuéramos flexibles y abiertas, percibiendo una
necesidad para el trabajo que no teníamos prevista. Para esto me puse de
acuerdo con la maestra de Ciencias Sociales quien a partir de ese momento hizo
una nueva planificación para ahondar en este contenido desde su área.
Seguimos adelante y
en un momento tuvimos que resolver algunos problemas como por ejemplo la forma
de sintetizar la información en pocas palabras, ya que los espacios para poner
los títulos y las explicaciones son breves. En la dinámica de esta clase un grupo
se dio cuenta de la situación cuando empezó a escribir y el programa le negaba
continuar. Al pedir ayuda, yo como guía,
comencé a pensar con ellos posibles soluciones. Los chicos contaban los
caracteres para no pasarse y ahí se me ocurrió compararlo con el Twitter. No fue tarea fácil y durante un largo rato
pedían que yo mirara lo que escribían para estar seguros de no hacer cambios
sustanciales en el contenido.
Analizando esta
situación remarcamos la importancia de que los docentes seamos usuarios y por
eso queremos notar que pude hacer esta comparación con twitter, que tampoco
estaba planificada, gracias a que estoy acostumbrada a hacer esta tarea.
Otro problema que apareció fue el manejo de
los tiempos. Frente a la necesidad de estirar el tiempo de duración de una
imagen yo no tuve respuestas inmediatas
(ya que si bien somos usuarias lo somos como inmigrantes digitales).
Allí se produjo una
situación que me sorprendió y me demostró los saberes que estos niños tienen y
pueden poner en práctica en la escuela. Uno de mis alumnos se puso a probar
cómo resolver esta eventualidad logrando una secuencia de acciones en el
programa que facilitó esta tarea.
(“ cliqueá acá, andá
a este ícono, desplegá esta barra” fueron las palabras que se escuchaban)
Entonces de pronto me di cuenta con gran satisfacción que William estaba
conduciendo la clase, haciendo que todo el grupo y hasta yo misma hiciéramos
nuevos aprendizajes.
Cabe destacar que los
tiempos en los que trabajamos son muy diferentes a los de una clase tradicional
ya que no todos los chicos avanzaban de la misma forma. Los recursos hacen que
los tiempos sean realmente individuales y entendí que parte de mi función consistía
en acotar la tarea y darle un punto final.
CONCLUSION
Para
concluir queremos reflexionar acerca del cambio que la escuela ha sufrido
perdiendo la exclusividad en los procesos de enseñanza dando lugar a un
aprendizaje ubicuo tal como dice Nicholas Burbules.
A partir
de esta experiencia podemos comprobar que los procesos de aprendizaje de
lectura y escritura que los chicos realizan tanto en la escuela como fuera de
ella han cambiado. La realidad que nos circunda es compleja y esto implica no
tener recetas, estar abiertos y flexibles para aceptar modificaciones, escuchar
los saberes previos de nuestros alumnos, estar atentos a los eventos que
suceden y poder accionar frente a ellos aún a costa de cambiar nuestras
planificaciones.
De esta
manera aportamos nuevos elementos en relación a las formas de trabajo en el
aula para seguir construyendo este novedoso concepto de lectura y escritura con
soportes diversos que incluyen videos, fotografías, entre otras cosas además de
los clásicos textos.
Finalmente podríamos pensar que es necesaria una escuela que se
reencuentre con su rol innovador culturalmente hablando, donde se pueda
integrar a las NTIC con sus lógicas particulares para cambiar y recrear
conocimientos, produciendo contenidos escolares.
Los docentes debemos pensar en los riesgos, los miedos que nos producen
las NTIC pero estos no nos deben paralizar ya que necesitamos ser partícipes
del cambio y no permitir que otros, por fuera de la educación, tomen en sus
manos decisiones que atañen exclusivamente a la escuela y a los procesos de
enseñanza y de aprendizaje.
A pesar de los nuevos entornos digitales seguimos siendo los
responsables de la educación de las nuevas generaciones. Conozcamos los
peligros y al mismo tiempo utilicemos las potencialidades que las NTIC nos
brindan. Sepamos que estas nuevas herramientas pueden mejorar la calidad del
vínculo docente-estudiante, lograr captar la atención de nuestros niños con
mayor éxito haciendo los contenidos más interesantes.
Si esto nos produce miedo sólo lograremos debilitar ese vínculo y por lo
tanto debilitar a la escuela y la educación. Debemos resistir, no rendirnos.
A pesar de que aún la escuela no ha tomado este rol innovador en forma
sistemática, confiamos en que a partir del reconocimiento del nuevo mundo digital en el que están naciendo nuestros chicos,
podamos retomarlo y lograr cambios permanentes que permitan que la escuela siga
siendo un lugar de aprendizaje significativo para nuestros niños nativos
digitales.
Nuestra conclusión entonces parafraseando a Nicholas Burbules es:
SE PRODUCE CONOCIMIENTO EN TODAS PARTES, Y ESTA PRODUCCIÓN DE
CONOCIMIENTO TIENE LUGAR TODO EL TIEMPO Y DE MUY DIVERSAS FORMAS.
[1]
IGARZA, Roberto “Las formas
de conocer en la Era 2.0. Hacia un nuevo pacto educativo” (Informe de
Desarrollo Humano, PBA, 2011) pág 200
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